Berliner Boersenzeitung - La peor sequía "jamás vivida" destroza las vidas de los nómadas de Etiopía

EUR -
AED 3.833929
AFN 72.964627
ALL 98.46974
AMD 410.482288
ANG 1.873176
AOA 958.225718
ARS 1067.049356
AUD 1.666857
AWG 1.878875
AZN 1.774753
BAM 1.956192
BBD 2.098621
BDT 124.204899
BGN 1.955601
BHD 0.393707
BIF 3072.916014
BMD 1.043819
BND 1.411583
BOB 7.18244
BRL 6.345171
BSD 1.039408
BTN 88.363714
BWP 14.36588
BYN 3.401482
BYR 20458.857295
BZD 2.089319
CAD 1.499044
CDF 2995.761523
CHF 0.932872
CLF 0.037419
CLP 1032.493641
CNY 7.618524
CNH 7.626712
COP 4582.366506
CRC 524.405125
CUC 1.043819
CUP 27.66121
CVE 110.288166
CZK 25.107024
DJF 185.087104
DKK 7.457963
DOP 63.292688
DZD 140.787225
EGP 53.141149
ERN 15.657289
ETB 129.565873
FJD 2.416861
FKP 0.826686
GBP 0.830192
GEL 2.932544
GGP 0.826686
GHS 15.279063
GIP 0.826686
GMD 75.155158
GNF 8979.80014
GTQ 8.008605
GYD 217.453592
HKD 8.110632
HNL 26.384289
HRK 7.487217
HTG 135.977259
HUF 413.947568
IDR 16892.022536
ILS 3.800124
IMP 0.826686
INR 88.789872
IQD 1361.572948
IRR 43931.739655
ISK 145.100882
JEP 0.826686
JMD 162.6226
JOD 0.740171
JPY 163.472813
KES 134.652506
KGS 90.812117
KHR 4176.837312
KMF 486.550268
KPW 939.436741
KRW 1514.367737
KWD 0.321486
KYD 0.866174
KZT 545.859426
LAK 22749.560501
LBP 93075.658456
LKR 305.161174
LRD 188.647817
LSL 19.135536
LTL 3.082127
LVL 0.631396
LYD 5.107024
MAD 10.460797
MDL 19.144838
MGA 4903.983079
MKD 61.525545
MMK 3390.284206
MNT 3546.897675
MOP 8.320868
MRU 41.336286
MUR 48.913424
MVR 16.053629
MWK 1801.846919
MXN 20.952657
MYR 4.68883
MZN 66.703943
NAD 19.135536
NGN 1614.214134
NIO 38.247667
NOK 11.807501
NPR 141.382342
NZD 1.845201
OMR 0.401881
PAB 1.039408
PEN 3.870376
PGK 4.214845
PHP 61.194942
PKR 289.308896
PLN 4.260197
PYG 8104.624697
QAR 3.78906
RON 4.974944
RSD 116.979037
RUB 107.409252
RWF 1448.890453
SAR 3.92095
SBD 8.750916
SCR 14.556008
SDG 627.860716
SEK 11.499026
SGD 1.414476
SHP 0.826686
SLE 23.801056
SLL 21888.370918
SOS 594.01908
SRD 36.670438
STD 21604.951007
SVC 9.094823
SYP 2622.627433
SZL 19.130835
THB 35.739849
TJS 11.370679
TMT 3.663806
TND 3.311964
TOP 2.444727
TRY 36.745676
TTD 7.054414
TWD 34.11671
TZS 2520.823735
UAH 43.591038
UGX 3812.764328
USD 1.043819
UYU 46.359293
UZS 13400.686375
VES 53.730883
VND 26550.586436
VUV 123.924312
WST 2.883851
XAF 656.088523
XAG 0.035222
XAU 0.000398
XCD 2.820974
XDR 0.792859
XOF 656.088523
XPF 119.331742
YER 261.346218
ZAR 19.100702
ZMK 9395.631657
ZMW 28.764766
ZWL 336.109373
La peor sequía "jamás vivida" destroza las vidas de los nómadas de Etiopía
La peor sequía "jamás vivida" destroza las vidas de los nómadas de Etiopía / Foto: Eduardo Soteras - AFP

La peor sequía "jamás vivida" destroza las vidas de los nómadas de Etiopía

Casi ni una gota de lluvia en 18 meses. En Hargududo, una aldea de la región Somalí, en Etiopía, los habitantes muestran a la AFP los cadáveres secos de cabras, vacas o asnos, desperdigados un poco más allá de las chozas con tejado de paja.

Tamaño del texto:

En este mes de abril, en teoría uno de los más lluviosos del año, el aire seco quema y la tierra está polvorienta y estéril.

Una gran parte del ganado de las 200 familias seminómadas de la aldea ha muerto. "Quienes tenían, digamos, 300 cabras antes de la sequía ya no tienen más que 50 o 60, y en algunas casas [...] ninguna ha sobrevivido", explica uno de los habitantes, Husein Habil, de 52 años.

Desde finales de 2020, aquí, como en otras regiones del sur del país, o como en las vecinas Kenia y Somalia, prácticamente no ha llovido. En Etiopía, esta catástrofe humanitaria se suma a la provocada en el norte por el conflicto de la región de Tigré.

La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) calcula que en Etiopía, entre 5,5 y 6,5 millones de personas (es decir, entre un 5% y un 6% de la población) padece una grave inseguridad alimentaria a causa de la sequía.

Según la OCHA, casi 1,5 millones de cabezas de ganado habrían muerto a causa de la sequía actual en el país, y casi dos tercios de estas, en la región Somalí.

Para las poblaciones nómadas o seminómadas de esta región, el ganado es fuente de alimento e ingresos y constituye, además, todos sus ahorros.

"Éramos puros nómadas antes de esta sequía: dependíamos de los animales para la carne, la leche y los vendíamos", recuerda la Tarik Mohamed, una ganadera de 50 años de Hargududo, a unos 50 km de Gode, principal ciudad de la zona administrativa de Shabelle.

Pero ahora, explica, la "mayoría" se sedentariza, a causa de lo que muchos califican como "la peor sequía jamás vivida".

"Ya no hay futuro para el pastoreo porque no hay rebaños", comenta Tarik Mohamed con amargura, asegurando que su "vida nómada está acabada".

- Dromedarios sin joroba -

La alternancia de las temporadas secas y de lluvias -la más corta, entre marzo y abril; y la más larga, de junio a agosto- siempre ha marcado el ritmo de la vida de estos criadores de animales.

Pero de las últimas tres temporadas de lluvias no ha habido ni rastro. La cuarta, que los lugareños esperan desde marzo, tampoco tiene visos de llegar.

En la región, "las sequías son un problema cíclico [...] pero ahora son cada vez más frecuentes", comenta Ali Nur Mohamed (38 años), quien trabaja en la oenegé Save The Children.

En su último informe, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, ya lo advirtió: en África del Este, "desde 2005, la frecuencia de las sequías se ha duplicado, pasando de cada seis años a cada tres", y "ha habido varios episodios de sequía prolongada, sobre todo en las zonas áridas y semiáridas de la región en los últimos 30 años".

Se espera que este tema sea tratado en la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD), que se reunirá en Abiyán, en Costa de Marfil, del 9 al 20 de mayo.

Todos los ganaderos de la región con los que ha hablado la AFP aseguran haber perdido entre el 80% y el 100% de sus animales. Las pocas vacas o cabras vistas aquí o allá están raquíticas y muchos dromedarios han perdido su joroba, donde almacenan el alimento.

- Cinco días de marcha -

Para conseguir comida, muchos se han trasladado hasta campamentos de desplazados.

Uno de ellos se encuentra en Adlale, cerca de Gode. Allí, de buena mañana, entre el polvo ocre levantado por el viento, se ven los velos coloridos de decenas de mujeres llegadas en busca de ayuda alimentaria de emergencia del Programa Mundial de Alimentos (PMA).

"Todos nuestros animales murieron a causa de la sequía", cuenta Habiba Hasan Khadid, una mujer de 47 años, madre de diez hijos. "Hemos caminado cinco días para venir" aquí, añade.

Por su parte, Ahado Jees Husein, de 45 años y madre de siete, caminó hasta Adlale cargando en la espalda a su hijo, un joven de 15 años con discapacidad. "Tenía 100 cabras, todas murieron [...] He venido sin nada", afirma la viuda, que sostiene que "nunca vivió una sequía así".

Junto a otras 2.700 familias, las dos mujeres viven en el campamento de Farburo 2, levantado hace tres meses.

En su minúscula cabaña, Abdi Kabe Adan, un robusto y orgulloso pastor de 50 años, llora desconsoladamente. "Ninguno de nuestros animales se ha librado", dice.

"No creo que sea posible que nuestro estilo de vida continúe. He visto a cabras comiéndose sus excrementos, a dromedarios comiéndose a otros dromedarios. En mi vida había visto eso", explica entre sollozos.

En el campamento hay pocos hombres. Los hay que se quedaron con sus últimas cabezas de ganado, en busca de algún pastizal milagroso, y también los que se fueron a buscar trabajo a la ciudad. Y otros huyeron, incapaces de hacer frente a la vergüenza o a las preguntas de sus preocupadas esposas.

Y es que la sequía también ha dañado a la organización social de estas comunidades.

"Antes, los hombres tenían la tarea de ordeñar las vacas", conducir a los rebaños hasta los pastos, "comprar comida y bienes para la familia", explica Halima Harbi, una de las desplazadas del campo, de 40 años y madre de nueve hijos. "Esos roles han desaparecido con nuestro ganado", sostiene.

- Dilemas terribles -

Los niños están pagando un precio alto por esta sequía, pues, desbordados por los problemas, los padres "ni siquiera tienen tiempo de ocuparse, de velar por su prole", señala Ali Nur Mohamed, de Save The Children.

La oenegé suele visitar a las comunidades para detectar a niños en peligro, a los que transporta hasta estructuras sanitarias, como el hospital de Gode.

Muchos de los padres se topan con dilemas terribles, como elegir entre cuidar de sus hijos o arriesgarse a perder su ganado.

El hijo de Abdullahi Goran, cuyo pelo se ha descolorido a causa de la malnutrición, llevaba semanas con vómitos y diarrea.

"Yo me estaba ocupando del ganado, no tenía tiempo para mi hijo", explica el hombre, de 30 años. Él es el único padre en la sala. A causa de la sequía, dice, ha perdido dos de sus cinco dromedarios, el 80% de sus cabras y todas sus vacas.

Ayan Ibrahim Harun se vio en la misma tesitura. Su hija Sabirin Abdi, de dos años, llevaba un mes enferma -con tos y edemas por todo el cuerpo- cuando se decidió a llevarla al ambulatorio de Kelafo, a unos 100 km de Gode.

"Este año no tuvimos cosecha", dice la mujer. "Tenía diez cabras [...], cuatro murieron en los 11 días que he pasado en el hospital" con Sabirin, afirma, resignada.

(K.Lüdke--BBZ)