Berliner Boersenzeitung - Islas de la Magdalena de Canadá en "primera fila" del cambio climático

EUR -
AED 4.09901
AFN 76.989056
ALL 99.290141
AMD 432.192289
ANG 2.011913
AOA 1035.386702
ARS 1074.098225
AUD 1.639961
AWG 2.008793
AZN 1.901624
BAM 1.956573
BBD 2.253991
BDT 133.402737
BGN 1.953965
BHD 0.420623
BIF 3236.121309
BMD 1.115996
BND 1.44247
BOB 7.713911
BRL 6.15305
BSD 1.116341
BTN 93.301912
BWP 14.756966
BYN 3.653344
BYR 21873.525049
BZD 2.250149
CAD 1.514028
CDF 3204.025425
CHF 0.949606
CLF 0.03764
CLP 1038.602283
CNY 7.869898
CNH 7.861953
COP 4633.616123
CRC 579.218597
CUC 1.115996
CUP 29.573899
CVE 110.307124
CZK 25.054454
DJF 198.335279
DKK 7.459212
DOP 67.006489
DZD 147.641875
EGP 54.135082
ERN 16.739943
ETB 129.539788
FJD 2.455531
FKP 0.849897
GBP 0.83852
GEL 3.047105
GGP 0.849897
GHS 17.549623
GIP 0.849897
GMD 76.450036
GNF 9644.683106
GTQ 8.629489
GYD 233.528133
HKD 8.695151
HNL 27.691947
HRK 7.58767
HTG 147.295589
HUF 393.020806
IDR 16929.717789
ILS 4.225859
IMP 0.849897
INR 93.170894
IQD 1462.378108
IRR 46975.073296
ISK 152.114535
JEP 0.849897
JMD 175.389335
JOD 0.790799
JPY 160.589064
KES 144.008576
KGS 94.009848
KHR 4533.7923
KMF 492.545341
KPW 1004.395926
KRW 1488.07353
KWD 0.340469
KYD 0.930276
KZT 535.211989
LAK 24650.303003
LBP 99966.527279
LKR 340.594644
LRD 223.26426
LSL 19.597823
LTL 3.295247
LVL 0.675055
LYD 5.301286
MAD 10.824867
MDL 19.479875
MGA 5048.905452
MKD 61.626661
MMK 3624.712047
MNT 3792.154956
MOP 8.960782
MRU 44.363935
MUR 51.202327
MVR 17.142123
MWK 1935.530467
MXN 21.676597
MYR 4.692807
MZN 71.256777
NAD 19.597647
NGN 1829.620351
NIO 41.08569
NOK 11.718262
NPR 149.286016
NZD 1.789531
OMR 0.429634
PAB 1.116321
PEN 4.184198
PGK 4.369884
PHP 62.08849
PKR 310.175419
PLN 4.270192
PYG 8709.44302
QAR 4.069909
RON 4.973218
RSD 117.079418
RUB 103.062741
RWF 1504.908406
SAR 4.187915
SBD 9.27051
SCR 14.830813
SDG 671.275802
SEK 11.359865
SGD 1.44083
SHP 0.849897
SLE 25.497503
SLL 23401.876073
SOS 637.957914
SRD 33.708707
STD 23098.867655
SVC 9.76773
SYP 2803.973801
SZL 19.604926
THB 36.761326
TJS 11.866478
TMT 3.905987
TND 3.382537
TOP 2.613779
TRY 38.072924
TTD 7.592866
TWD 35.712252
TZS 3042.431049
UAH 46.142795
UGX 4135.783196
USD 1.115996
UYU 46.127615
UZS 14205.615769
VEF 4042754.77568
VES 41.018985
VND 27459.08591
VUV 132.493308
WST 3.121958
XAF 656.204651
XAG 0.035869
XAU 0.000426
XCD 3.016036
XDR 0.827327
XOF 656.207592
XPF 119.331742
YER 279.361784
ZAR 19.504527
ZMK 10045.308782
ZMW 29.554154
ZWL 359.350313
Islas de la Magdalena de Canadá en "primera fila" del cambio climático
Islas de la Magdalena de Canadá en "primera fila" del cambio climático / Foto: Sebastien ST-JEAN - AFP

Islas de la Magdalena de Canadá en "primera fila" del cambio climático

En las pequeñas islas de la Magdalena, en el golfo de San Lorenzo, los senderos se hunden, los acantilados retroceden y las dunas de arena desaparecen, dejando las casas vulnerables a los embates de las olas.

Tamaño del texto:

El archipiélago, que forma parte de la provincia de Quebec, en el este de Canadá, está en una carrera contra el tiempo para sobrevivir al calentamiento global.

"Las islas de la Magdalena están en primera fila cuando se trata de los cambios que se están produciendo. Somos minúsculos ante la inmensidad de todo esto", dice Mayka Thibodeau, de CERMIM, un centro de investigación centrado en el desarrollo sostenible.

Los cambios vienen rápidos y sin contemplaciones. Los aproximadamente 13.000 residentes de este archipiélago tiemblan ya que deben adaptarse pronto y de forma radical en las próximas décadas para sobrevivir.

Las pintorescas costas de las islas ya se han erosionado, retrocediendo un promedio de medio metro al año, según un estudio de la Universidad de Quebec en Rimouski (UQAR).

Es una cifra que le importa a Diane Saint-Jean y su pareja, ya que viven en la costa y les preocupa que la próxima gran tormenta pueda arrastrar su casa al agua.

"Fuimos bastante ingenuas, estábamos seguras de que habría una solución. Pero la naturaleza demostró que estábamos equivocadas", dice Saint-Jean, con voz temblorosa mientras mira los acantilados cercanos, que están desapareciendo lentamente.

Las dos mujeres viven en La Martinica, una estrecha franja de territorio que une las dos islas principales del archipiélago.

Han gastado miles de dólares para reforzar el acantilado al pie de su jardín, pero en septiembre de 2022 el huracán Fiona golpeó con fuerza y se llevó las rocas que habían colocado para proteger su propiedad.

"Nos despertamos una mañana y nos dimos cuenta de que habíamos tirado nuestro dinero. Pero, ¿qué podemos hacer?", se lamenta Saint-Jean, enfermera jubilada.

- Trabajos de emergencia costosos -

La erosión es un tema delicado para la mayoría de los residentes de las islas de la Magdalena, que se poblaron en el siglo XVIII y se encuentran a más de cinco horas en barco de la Canadá continental.

Todos recuerdan lugares que ya no existen, especialmente las casas que tuvieron que ser trasladadas debido al riesgo de inundación.

La situación es un dolor de cabeza para las autoridades locales, que invierten millones de dólares en obras de emergencia.

En Cap-aux-Meules, parte de la pasarela peatonal se derrumbó en 2018, dejando el hospital, una residencia de ancianos y un cementerio sin protección ante las peligrosas olas.

El año pasado, las autoridades locales construyeron una enorme playa de grava, utilizando 143.000 toneladas de piedras a lo largo de un tramo de 800 metros para elevar la línea de costa. No era la primera vez que se recurría a esta táctica.

"Existen soluciones, pero son extremadamente costosas y hay que mantenerlas. Así que cada vez que intervenimos, es una carga fiscal para el futuro", explica Jasmine Solomon, quien monitorea la erosión para el gobierno local. "Es probable que no podamos proteger todo. Hay lugares que tendrán que cambiar, eso es seguro".

- Hielo que se desvanece -

En los últimos años, los fenómenos meteorológicos extremos se han vuelto más frecuentes y devastadores como consecuencia del cambio climático.

Las islas de la Magdalena están perdiendo una de sus defensas más importantes en invierno: el hielo. Siempre sirvió como una especie de escudo y sin él las costas quedan completamente expuestas cuando azotan tormentas fuertes.

Con cada ciclo de congelación y descongelación, los acantilados de arenisca roja se desmoronan más fácilmente.

"Una tormenta puede borrar una duna, un acantilado o incluso abrir una brecha" en la costa, dice Marie-Eve Giroux, directora de la organización medioambiental local Attention Fragiles.

Además de crear conciencia sobre los problemas ecológicos en las escuelas locales, su grupo trabaja en la restauración de las dunas, especialmente replantándolas con pasto de playa, que ayuda a mantener la arena en su lugar mientras sus raíces crean una red natural.

Muchas veces, las dunas son la única defensa de la costa frente al oleaje.

Las islas corren el peligro de perderse debido a la crecida de las aguas, un destino compartido por otras zonas bajas del mundo.

"Debemos contemplar todos los escenarios realistas y no esconder la cabeza bajo la arena", dice Thibodeau. "No solo queremos soportar lo que está por venir. Queremos ser parte de la solución".

Explica los numerosos proyectos realizados por CERMIM para restaurar las playas, incluido el uso de conchas de moluscos para hacer concreto. La idea es convertir las islas en una especie de laboratorio viviente en la batalla global contra el cambio climático.

Para Marianne Papillon, médica y asesora de salud pública, ha llegado el momento de actuar.

Papillon asumió un trabajo relativamente nuevo: abordar problemas relacionados con el cambio climático. "Debemos hacer algo colectivamente. La acción individual no tendrá sentido si todo el mundo no está a bordo", explica.

"Ante las tormentas que estamos viendo, las personas deben establecer un vínculo mental con el cambio climático. Deben sentirse más involucrados y personalmente comprometidos, sin estresarse demasiado por todo esto".

(A.Lehmann--BBZ)